Quizás por dedicarme a la danza, siento que mi cuerpo es mi hogar, a veces amable y otras más esquivo, pero siempre me acompaña. El habitarlo de un modo que conforte y que convierta ese acompañamiento en algo agradable, ocupa gran parte de mi tiempo.
Hola Annita! No sé si llego a tiempo al proyecto 'hogar', pero dentro de la simpleza que puede parecer la pregunta '¿Qué es para tí hogar?', me parecía bastante compleja. Esta pregunta me ha hecho pensar mucho, y muchas preguntas, pero me quedo con las tres siguientes... ¿Qué era para mi 'hogar'? ¿Qué es para mí ahora 'hogar'? ¿Qué será para mí 'hogar' después de todo esto?. Para mí 'hogar' ahora mismo son preguntas, y de ellas ha nacido este collage con palabras pegadas de manera manual en una concha desgastada de la playa. He querido que todo elemento representara algo, en este caso la concha para mi representa el pasado, las palabras el presente y el soporte de mi mano el futuro.
LA CASA SOBRE LA QUE PLANEAN LOS PÁJAROS
Desde nuestra casa nueva
veo los pájaros planear.
Ya desde los primeros rayos de la mañana,
nada más abrir los ojos en la cama,
pasa una gaviota,
tranquila, blanca,
deseándome los buenos días,
con su vuelo sereno a ritmo de
violonchelo.
Sí, en nuestra casa nueva
los pájaros sobrevuelan la terraza.
Golondrinas, vencejos, palomas, gaviotas.
Salgo temprano con un café entre las manos
y contemplo, hipnotizada.
La mudanza precedió al parto
y dolió casi lo mismo, pero
todo el mundo participó, por eso
nos gusta tanto esta morada,
es nuestro nuevo faro,
madriguera para amigos,
pájaros y cómplices varios.
Abrazar un nuevo hogar
fue como plantar una semilla,
el comienzo de una nueva historia.
Teo ha nacido ya en esta casa.
La casa sobre la que planean los pájaros.
Mi recién nacida familia, tan bella,
me colma de luz, savia y vida.
Aún hay maletas y cachivaches por abrir.
Seis meses después, seguimos ajustando
nuestras pieles, vísceras y bártulos a esta casa.
Con la llegada de Teo dimos
la bienvenida a un limonero,
yo planto geranios y Miguel
trabaja, ilusionado, en
nuestro pequeño huerto.
Cebollas, acelgas, tomates, pimientos,
ven también cada día pájaros
volando sobre su reino.
Y todo cuadra.
Y todo es sencillo en
nuestra nueva casa.
Las plantas dan fruto,
los amigos llaman a la puerta,
nosotros florecemos,
Teo ríe,
y los pájaros siguen planeando
sobre nuestras cabezas,
en ese cielo sin fin,
sin feudo.